A mi me gusta definir la creatividad como un don que todos tenemos pero que solo algunos aplican. Es encontrar soluciones simples a problemas complejos de una manera que nunca nadie antes había pensado.
A día de hoy la creatividad es un dote mental muy infravalorado, cosa que no encuentro ninguna explicación, porque una persona creativa puede realizar cualquier tipo de proyecto. A lo que me quiero referir con estos argumentos, es que en la actualidad ya puedes ser todo lo creativo que quieras que sin ningún tipo de título no vas a poder llegar a ningún lugar.
Arquitectura es un camino adecuado para este tipo de personas creativas, porque un arquitecto debe de tener inspiración y creatividad en cada uno de sus proyectos para poder destacar y brillar.
Por lo tanto una buena forma para poder exprimir esta creatividad arquitectónica es haciendo unos espacios públicos, donde el arquitecto puede experimentar su creatividad sin ninguna presión de trabajo, exámenes…
Estos espacios deberán de estar formados por gente voluntaria que tenga experiencias creativas para poder ayudar a los arquitectos benjamines en sus futuros proyectos, una comunidad en la que se puedan apoyar los arquitectos entre ellos para mejorar esta sociedad.